El cáncer de testículo puede ser curable en el 95% de los casos si se detecta a tiempo, pero el 80% de los diagnósticos se realizan cuando la enfermedad ya está en etapas avanzadas; muchos de los hombres dejan pasar meses para atenderse, porque anteponen sus creencias sobre la masculinidad y hacen a un lado el cuidado de su salud, de su vida. Así lo observó en su investigación la Maestra Lucero Fuentes.
“Los hombres se cierran. No saben si llorar. hay muchos silencios; les cuesta expresar sus emociones cuando tienen cáncer de testículo”
La restricción emocional. Esta fue una de las principales características que la Maestra en Trabajo Social, Lucero Fuentes Barrera, pudo observar en los 12 hombres que entrevistó para su investigación titulada “Significado y vivencia de la virilidad en hombres con cáncer de testículo”. A partir de este estudio Lucero Fuentes pudo acercarse a los sentimientos confusos que experimenta un hombre cuando se le diagnostica este tipo de cáncer.
Estamos hablando de la cuarta causa de muerte en varones jóvenes, los hombres entre 15 y 35 años son los más afectados por este tipo de cáncer. Datos proporcionados por diferentes fundaciones afirman que, al año, en México se diagnostican alrededor de 5 mil casos de cáncer de testículo y lo peor es que los hombres no lo creen, no lo aceptan y cuando finalmente deciden hablar, afirma la Maestra Fuentes, éstas suelen ser sus palabras: “si me extirpan un testículo ya no sirvo como hombre.”
El cáncer de testículo puede ser curable en el 95% de los casos si se detecta a tiempo, pero el 80% de los diagnósticos se realizan cuando la enfermedad ya está en etapas avanzadas; muchos de ellos han dejado pasar meses porque anteponen sus creencias sobre la masculinidad y hacen a un lado el cuidado de su salud, de su vida. Esto ocurrió con los entrevistados de la Maestra Lucero Fuentes.
“Acudí al médico hasta que ya no me podía parar. Hasta que el crecimiento del testículo y el dolor ya no me dejaban caminar”.
Esto es lo que refirieron algunos de los hombres con quienes trabajó la Maestra Fuentes. Ella opina que para lograr una mayor prevención del cáncer de testículo se debe trabajar en una mayor difusión e información sobre la enfermedad y también en torno a las creencias de lo que es la masculinidad.
Un hombre al que se le ha extirpado un testículo seguramente podrá seguir teniendo relaciones sexuales si trabaja emocionalmente su concepto de masculinidad. Por otro lado, un hombre que vive con el testículo crecido y con dolor, estará imposibilitado genitalmente.
Auto-explorarse, acudir periódicamente al médico y atender cualquier anormalidad en los testículos; tener en cuenta los antecedentes de familiares con cáncer y evitar el consumo de sustancias tóxicas, son acciones que se deben tener en cuenta si se desea prevenir y combatir la aparición de cáncer de testículo. A todo esto, afirma la Maestra Lucero Fuentes, habría que agregar otro aspecto fundamental: dejar de lado las creencias de género que determinan que “LOS HOMBRES, NO CUIDAN SU SALUD”.
Escucha las ponencias completas de la mesa no.13:
“Cuerpo y lugar: Perspectivas desde la geografía”
Dr. Rafael Ernesto Sánchez Suárez.
“Significado y vivencia de la virilidad en hombres con cáncer de testículo”
Mtra. Lucero Fuentes.
Entrevista:
“Masculinidad, afectividad y embarazo adolescente: expresiones de la inequidad de género”
José Arturo Granados Cosme.
“Ausencia del varón frente al rol de cuidador primario de pacientes diabéticos ”
Diana Belman Morales.
Sesión de preguntas y respuestas