“A través del síndrome del chingón somos nosotros mismos quienes salimos chingados”.
Muchos hombres consideran que el padecimiento de una enfermedad es manifestación de debilidad, por este motivo — y de manera paradójica — el cuidado de la salud se relega y sólo se acude al médico cuando ya se está enfermo, e incluso cuando el padecimiento es grave. ¿Por qué los hombres nos comportamos de esta manera? A partir de la pregunta los participantes del conversatorio “Morbilidad y prácticas de cuidado” dialogaron y reflexionaron sobre la salud y la relación que tiene con la identidad masculina.
Escucha el programa (10 min):
El Maestro Oscar Iván Godínez, integrante del equipo organizador de la primera jornada Paternidades Politécnicas, afirma que “A diferencia de las mujeres, para los hombres el cuidado de la salud no es parte de su identidad”. Dentro del conversatorio, el jefe del Departamento de Investigación de la Unidad de Gestión con Perspectiva de Género, pudo observar que para los hombres el cuidado de la salud es algo importante cuando tiene relación con el ejercicio de la paternidad.
Según la Organización Mundial de la Salud México es el país con mayor estrés laboral en el mundo, mal que provoca el 75% de los 75 mil infartos anuales registrados en nuestro país. Josué Pasarán, participante del conversatorio, vivía con estrés debido a los problemas del trabajo y la obligación de ser el proveedor económico en la familia; él pudo aliviar sus malestares físicos y emocionales cuando decidió hablar con su esposa.
El especialista en temas de género y masculinidades, José Alfredo Cruz Lugo, participó en el conversatorio e invitó a los asistentes a reflexionar sobre lo que el filósofo mexicano, Juan Guillermo Figueroa, ha dicho en su texto “Me muero por ser hombre”. El titulo tiene dos interpretaciones: en voz de una mujer “hace referencia a las ganas de vivir los privilegios que -se asume– tiene la identidad masculina”, y dicho por un hombre “de manera dolorosa, nos invita a asumir el riesgo y la vulnerabilidad en la que permanentemente estamos, si seguimos viviendo como lo hacemos”.
“Los varones aprenden a usar el cuerpo como una herramienta, minimizando su cuidado e incluso calificando cualquier atención hacia él mismo como una muestra de debilidad y fragilidad”. En su artículo “Ser hombre… hasta la muerte” el Doctor Juan Guillermo Figueroa invita a la reflexión sobre la manera en que los estereotipos de masculinidad no conciben el autocuidado. Los participantes del conversatorio “Morbilidad y prácticas de cuidado” dialogaron en torno a estas palabras de Juan Guillermo Figueroa y uno de estos papás concluyo así el encuentro: “A través del síndrome del chingón somos nosotros mismos quienes salimos chingados”.
Escucha las entrevistas completas:
Justo Rojas López:
José Alfredo Cruz Lugo:
Notas y documentos consultados para este programa:
JG Figueroa “Ser hombre hasta la muerte”
http://www.jornada.unam.mx/2009/09/03/ls-portada.html
Estrés laboral en México
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/05/08/mexico-el-pais-con-mayor-estres-laboral-segun-la-oms
