Para referirse a las personas violentas, falta de empatía y afecto hacía los otros, el Doctor en Literatura Latinoamericana Héctor Domínguez Ruvalcaba, utiliza la noción del gandaya, y partir de este término ha estudiado el fenómeno de la violencia que algunos individuos ejercen hacia los niños, las mujeres y los homosexuales. El gandaya, entonces, es la palabra que nombra a la construcción social que “remite a la práctica del abuso como un cumplimiento de la norma de género de los hombres criminales”.
Escucha el audio con la voz del Dr. Héctor Domínguez Ruvalcaba (duración 10 min):
Los gandayas son ejemplo de la desafección que genera identidades violentas.
“El gandaya como identidad propia de los grupos marginados es resultado de las desventajas económicas, evade el tema de la responsabilidad moral y ética de los individuos”. El resentimiento de clase – señaló el Doctor Domínguez- no es el único motivo que provoca la violencia del individuo gandaya.
La desafección está presente en individuos muy diversos y paradójicamente, también la sufren aquellos que han pasado por una formación estricta. “El disciplinamiento rígido en las instituciones contribuye al proceso de desafección de los individuos porque –afirma el Dr. Domínguez- en ellas se esgrime la disciplina como arma para perseguir el bien social”.
En su discurso algunos homicidas refieren realizar sus crímenes con la idea de hacer un bien, a partir de un valor social o religioso llevan a cabo sus actos; sin embargo, hay otros en los que no existe ningún valor que dirija sus acciones victimizantes. El Doctor Domínguez encontró un ejemplo de ellos en el caso de “El Mili”.
Para el Doctor Héctor Domínguez la incapacidad de sentir afecto y tener empatía con los otros son aspectos determinantes para que los criminales, los gandayas, cometan actos violentos. En su estudio él pudo observar que las identidades violentas se construyen por diversos factores, entre ellos: la violencia sufrida en la infancia, la violencia estructural y el resentimiento de clase, pero también por el ejercicio de poder de personas que pertenecen a instituciones como la iglesia o el ejercito. “Analizar las diferentes articulaciones de estos personajes” permitió al Doctor Domínguez observar que una educación “castrada de afectos” juega un papel fundamental en la formación de sus identidades, por ello invita a poner atención y no limitar a las personas su capacidad de sentir afecto y empatía.
Escucha la conferencia “Los desafectos y la formación de subjetividades violentas” del Doctor en Literatura Latinoamericana Héctor Domínguez Ruvalcaba, de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, realizada en el marco del “Primer Encuentro Regional de Masculinidades, Delincuencia Organizada y Violencia Social en México”:
