El Maestro en Estudios Interdisciplinarios de la Subjetividad Daniel Rodrigo Aguilar López opina que desde los primeros años de vida los individuos somos educados para tener actitudes y comportamientos que se consideran propios de su sexo biológico. De esta manera los hombres, al igual que las mujeres, no nacen: se hacen. Los hombres podemos establecer relaciones más sanas con nosotros mismos y con los demás si logramos deconstruir las identidades masculinas que nos moldearon de forma rígida y tradicional; es decir, si somos capaces de revisar nuestra historia y mirar con ojos críticos todas aquellas ideas y comportamientos que no necesariamente hacen de mi el hombre que quiero ser.
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La formación de la subjetividad en los hombres comienza desde la niñez, cuando se introyectan en ellos creencias de género. Aquí la voz de Daniel Rodrigo.
Durante su exposición, el Maestro Aguilar citó a la sicoanalista, historiadora, filosofa y feminista Elisabeth Badinter que utiliza el concepto protofeminidad para referirse al estado psicológico en que se encuentran los seres humanos durante el nacimiento y los primeros años de vida. Badinter habla de un estado simbiótico del infante con la madre, caracterizado por la constante alimentación tanto física como psíquica. El Maestro Aguilar comenta que, conforme crecen, los hombres van tomando distancia de esta protofeminidad, para construir la subjetividad que les marca la masculinidad aprendida.
El Maestro Aguilar afirma que “la subjetividad masculina también es parte de una aprobación homosocial”. De esta necesidad de ser aprobados por los hombres de su entorno devienen las peleas con sus compañeros de escuela, las carreras automovilísticas que terminan en accidentes y el acoso a las mujeres.
Los hombres podemos establecer relaciones más sanas con nosotros mismos y con los demás si logramos deconstruir las identidades masculinas que nos moldearon de forma rígida y tradicional; es decir, si somos capaces de revisar nuestra historia y mirar con ojos críticos todas aquellas ideas y comportamientos que no necesariamente hacen de mi el hombre que quiero ser.
“Deconstruir consiste en desmontar algo que se ha edificado, no con un afán destructivo, sino para comprobar cómo está hecho ese algo, cómo se ensamblan las piezas que lo hacen sujeto… que lo hacen hombre”. Esta es la propuesta del Maestro Daniel Rodrigo Aguilar: analizar cómo los hombres hemos sido moldeados a partir de creencias de género desde la niñez y así deconstruirnos, “salirnos de la pauta constantemente” para construir identidades más sanas y plenas.
Presentación completa:
Ligas a documentos consultados para este programa:
Elisabeth Badinter. La identidad masculina. Protofeminidad:
http://www.bdigital.unal.edu.co/19756/1/15799-48568-1-PB.pdf
