Expresar lo que se siente y piensa, comunicarse, llegar a acuerdos, conciliar : acciones en las que se debe poner atención cuando se habla de cuidados y corresponsabilidad. Ésta fue una de las conclusiones a las que llegaron los asistentes al conversatorio realizado en la Jornada de Corresponsabilidad desde el IPN. Otra conclusión, fue que debemos dejar a un lado los esquemas de género que limitan la participación conjunta en las tareas del hogar.
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No es necesario gritar, solamente expresarnos en voz alta.
Comunicar las ideas que se tienen sobre las actividades domésticas es fundamental, pero también un reto para lograr una convivencia familiar positiva. Esto opinaron los asistentes al conversatorio realizado en la Jornada de Corresponsabilidad desde el IPN, actividad que no sólo provocó la reflexión y el cuestionamiento sobre las actitudes de los padres dentro del hogar, sino también el de las madres.
Ayudar es una palabra común cuando se habla de las tareas del hogar. Normalmente el padre y los hijos “ayudan” a la madre, y relegan la responsabilidad en ella.
Desde la perspectiva de la comunicación hoy resulta necesario revisar el significado emocional de la palabra “ayuda”, en el proceso de conciliación de las parejas. Esto se debe a que, en la actualidad, hay hombres que se encargan de las actividades domésticas y cuando a uno de ellos su pareja le dice “gracias por ayudarme” él siente –y esta es la palabra exacta- que deliberadamente “demerita sus acciones”. Así lo compartió uno de los asistentes al conversatorio.
Diversos investigadores señalan que las nuevas generaciones comienzan a mostrar cambios en la manera de vivir su paternidad; sin embargo, las ideas y formas de crianza tradicionales se siguen imponiendo en el grueso de la sociedad mexicana. Al finalizar el conversatorio una joven asistente señaló la importancia de reflexionar sobre la crianza porque a los niños varones se les sigue limitando sus expresiones afectivas.
En muchos casos el cuidado de los hijos y la corresponsabilidad se extiende hacia otros miembros de la familia que conviven con ellos dentro del hogar. Tías y abuelos también se encargan de estar al tanto de los niños, y en ocasiones hay disgustos entre ellos y los padres por no coincidir en las formas de crianza. Así lo experimentó otra de las asistentes al conversatorio, quien afirma: “debemos tener claro qué es lo que entendemos por cuidado y corresponsabilidad, y comunicarlo”.
Expresar lo que se siente y piensa, comunicarse, llegar a acuerdos, conciliar : acciones en las que se debe poner atención cuando se habla de cuidados y corresponsabilidad. Ésta fue una de las conclusiones a las que llegaron los asistentes al conversatorio realizado en la Jornada de Corresponsabilidad desde el IPN.
Otra conclusión que celebraron los hombres y mujeres que asistieron, es que debemos dejar a un lado los esquemas de género que limitan la participación conjunta en las tareas del hogar ya que, afirmó la Doctora Alejandra Salguero, “la corresponsabilidad mejora la calidad de vida, la formación y la autonomía personal de todos los miembros de la familia”.
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