Vivir la experiencia de la deportación pone a los varones frente a frente con sus emociones, principalmente tristeza, angustia, enojo y rencor. El proceso desafortunado que viven los lleva a la reflexión, pero también a la transformación de su masculinidad.
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El cause del Río Colorado atraviesa parte de Estados Unidos y México. Sus aguas llevan un poco de humedad a las llanuras semi-desérticas de los estados de Colorado, Utah, Arizona, Nevada, California, Baja California y Sonora. Por años ha sido parte de bellos paisajes como el Cañón del Colorado o la Curva de la Herradura; sin embargo, en la parte mexicana este río es testigo de un fenómeno social doloroso para muchos mexicanos: la deportación. La deportación de miles de migrantes indocumentados, que permanecen a la deriva en el ciudad de Mexicali, Baja California.
Tatiana Elizabeth Lara San Luis, de la universidad Iberoamericana, realizó su trabajo de maestría con una investigación sobre las emociones y la concepción de hombría en un grupo de migrantes deportados, alojados en el Hotel del Migrante en la ciudad de Mexicali.
Durante su exposición titulada “Los hombres de la deportación: revalorando la hombría a partir de las emociones” dentro del VII Congreso Nacional de la AMEGH, Tatiana Lara compartió con la audiencia su experiencia al realizar dicha investigación, en la cual pudo darse cuenta de los cuestionamientos que los varones deportados se hacen sobre su hombría, por ejemplo: ¿Qué tan hombre soy/ para soportar la situación en la que me encuentro?
En enero 2014 el diario norteamericano Washington Post publicó un reportaje titulado “Mexicali se ha convertido en la ciudad mexicana con más deportaciones desde Estados Unidos”. Con datos proporcionados por el gobierno mexicano, el diario afirma que alrededor de 113 mil 500 migrantes han sido deportados a la ciudad de Mexicali en los últimos dos años. Algunos de ellos logran regresar a sus lugares de origen, otros tantos se quedan varados en la ciudad buscando una nueva oportunidad para volver a cruzar la frontera.
El Hotel del Migrante es un lugar donde muchos de los deportados pueden pasar de 3 a 5 días antes de decidir su futuro. Depresión, tristeza y melancolía fueron emociones que Tatiana Lara observó en muchos hombres durante su estancia en este hotel. Emociones a partir de las cuales, los varones deportados miran su pasado y se preguntan: ¿Qué tan buen hombre he sido
En el reportaje del Washington Post y firmado por Nick Miroff se muestra que, debido a las condiciones propias de Mexicali y las nuevas políticas migratorias de Estados Unidos, el cruce fronterizo Mexicali-Calexico se ha convertido en el principal punto de deportaciones hacia México; las cifras rebasan a las deportaciones que ocurren en eTijuana y Ciudad Juárez. Durante sus entrevistas con hombres deportados a Mexicali, Tatiana Lara San Luis identificó que la experiencia de lo vivido durante la deportación, provoca en los varones una revaloración de cómo han sido hombres, si esa forma de ser los a hecho felices y cómo quieren ser después de esa experiencia.
El ambiente hostil al que se enfrenta un hombre deportado provoca cambios en el paradigma de su masculinidad. Durante su investigación Tatiana Lara se dio cuenta de que la desolación, coraje y tristeza que predomina en ellos les permite identificarse con los otros habitantes del Hotel del Migrante, y a través de la ayuda que reciben, reformulan su concepto de hombría y el vínculo con las emociones.
Vivir la experiencia de la deportación pone a los varones frente a frente con sus emociones, principalmente tristeza, angustia, enojo y rencor. El proceso desafortunado que viven los lleva a la reflexión, pero también a la transformación de su masculinidad.
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Documentos Consultados para este programa:
Deportaciones hacia Mexicali
Nick Miroff «Mexicali has become Mexico’s city of the deported as us dump more people there
