¿Hay otras palabras que amplíen la idea de lo que es ser hombre?
El Estado, las ONGs e incluso académicos e investigadores han asociado “erróneamente” las palabras “masculinidad-violencia y guerra”; esto no significa que una parte del sector masculino no esté inmersa en este problema social pero… “¿Se asume que la guerra es de los hombres?” Esta generalización ha vuelto invisible a un sector que no es partícipe en los conflictos armados; hombres violentados, torturados, extorsionados, que han perdido a su familia o a algún integrante de ella; que han sido obligados a ir a la guerra aún en contra de su voluntad. Esta es una realidad que poco se nombra, pero existe. Ante este panorama el investigador colombiano Sebastián Giraldo cuestiona: qué pasa con aquellos que no son violentos o que son víctimas en los conflictos armados ¿no son hombres?
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Hay que ampliar los espacios, las opciones que permitan involucrar a los hombres en la construcción de paz. El maestro en estudios de género, Sebastián Giraldo, explicó que es difícil conseguir recursos para la investigación e implementación de programas que permitan entender y atender los malestares de los hombres. Es un trabajo pendiente generar y promover políticas públicas que permitan destinar recursos para trabajar con este sector de la población.
¿Es posible ver a los hombres como víctimas sin que nuestros prejuicios de género intervengan?
En opinión del Maestro Giraldo, es confuso el panorama cuando se piensa en los varones y las repercusiones que tiene la guerra en su vida, porque el deber ser de la masculinidad ha invisibilizado a estos hombres que se encuentran en medio de los conflictos bélicos. Cambiar esta realidad no es fácil, aseguró el investigador, pero podemos empezar por generar protocolos de atención a hombres en los conflictos armados, que permitan nombrar y documentar los matices de la realidad violenta que los rodea.
Evitar centralizar las investigaciones, es una de las recomendaciones que hizo Sebastián Giraldo a los jóvenes presentes durante su participación en el IX congreso de la AMEGH. Centralizar, limita las miradas y crea una burbuja que no refleja la realidad.
Ver a los hombres como víctimas de la violencia no significa que se oculte la realidad, o que se pretenda desviar la atención de los problemas que afectan a las mujeres. Los hombres como víctimas de la guerra son reales, y nombrar esos malestares generados por los conflictos bélicos permitirán entender, atender y prevenir otros problemas derivados de esa violencia. Descentralizar las investigaciones, pensar sin prejuicios de género, destinar recursos, implementar programas de atención para los hombres víctimas de los conflictos armados no es un lujo, es una necesidad social para formar hombres sanos que promuevan entornos de paz.
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México 48.7% de su población son hombres.
Escucha la conferencia completa del Maestro Sebastián Giraldo:
Escucha la Mesa completa sobre «Conflictos armados y cultura de paz»
