“Quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador será” escribió Mario Benedetti en su poema Oda a la Pacificación. Estas líneas evidencian la manera en que la violencia, en diversos grados, permea los discursos y acciones incluso de aquellas personas que intentan cambiar las condiciones de desigualdad social. Empoderamiento, trinchera, lucha, combate, castigo, son algunas palabras presentes en reclamos y protestas, es un lenguaje que confronta, que no construye paz. Por este motivo Javier Sicilia invita a reflexionar: cómo usamos el lenguaje? ¿cómo nombramos aquella paz que buscamos?.
Escucha el audio con la participación de Javier Sicilia (duración 10 mins):
“La violencia que vivimos está relacionada con una crisis del lenguaje”
Las palabras que utilizamos para nombrar la paz están desgastadas, para muchas personas han perdido su valor y significado. En el contexto cultural y tecnológico actual muchos opinamos sobre la paz pero… “¿a qué nos referimos cuándo hablamos de ella?, ¿Qué tipo de paz deseamos?” Se pregunta el poeta, activista y periodista Javier Sicilia Zardain. Él enfatiza en la necesidad de comprender el significado de las palabras para recuperar el sentido de lo que nombramos.
“La palabra necesita del silencio para articularse” y ser comunicada, en silencio escuchamos y con palabras nos expresamos; sin embargo, en la actualidad predomina el ruido. Javier Sicilia señala que ese ruido impide la comprensión del sentido cuando se habla de justicia, equidad, igualdad o la paz.
Pax, es la etimología latina de la palabra paz y hace referencia al acto de acordar, hacer un trato o pacto. Javier Sicilia comenta que los romanos implantaban la pax después del sometimiento y conquista de otros pueblos y territorios; y afirma: “la pax romana es el concepto de paz que hemos heredado”. Por ello es importante cuestionar el lenguaje y los métodos que utilizamos cuando se realizan acciones por la paz.
Foto tomada de: elinsurgente.mx
¿Cómo conseguimos la paz que deseamos?,
¿Luchamos por ella?, ¿la implantamos? O ¿la construimos?. Sicilia comenta que ante la carencia de paz podemos empezar su construcción a partir de nuestros discursos, actos y relaciones cotidianas con los otros.
“Quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador será” escribió Mario Benedetti en su poema Oda a la Pacificación. Estas líneas evidencian la manera en que la violencia, en diversos grados, permea los discursos y acciones de muchas personas, incluso de aquellas que intentan cambiar las condiciones de desigualdad social. Empoderamiento, trinchera, lucha, combate, castigo, son algunas palabras presentes en reclamos y protestas, es un lenguaje que confronta, que no construye paz. Por este motivo Javier Sicilia invita a reflexionar: cómo usamos el lenguaje? ¿cómo nombramos aquella paz que buscamos?.
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