Los medios de comunicación son vitales para la construcción de paz.
Quien ejerce el periodismo tiene el compromiso de informar a la sociedad para que sus ideas tomen forma y pueda construir opiniones propias -asegura el escritor Antonio Parra-. Él señala que todos los días, a cualquier hora, en cualquier lugar somos receptores de noticias que hablan sobre la violencia de forma agresiva. El periodismo se ha deshumanizado, dijo Parra.
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¿Cuál es el lenguaje periodístico pertinente para enriquecer este lenguaje empobrecido? Durante la sesión de preguntas y respuestas en el Encuentro Nacional por una Cultura de Paz, Antonio Parra dijo que hay dos tipos de escritores: el que escribe desde una “torre de marfil” y el que nutre su escritura inmerso en la realidad.
El diálogo durante la mesa sobre “Violencia y migración” realizado en el Claustro de Sor Juana derivó en una serie de reflexiones sobre cómo nos comunicamos, cómo nombramos lo que nos duele, lastima… vulnera, y cómo impactan los discursos de los medios de comunicación en nuestra vida cotidiana. Tania Ramírez Hernández, especialista en lingüística y género, también habló sobre la responsabilidad de los comunicadores que documentan la realidad cotidiana .
Los lenguajes colaterales surgen –sobretodo- en regiones vulnerables; se trata de formas del lenguaje que aligeran la noticia y la vuelven “menos dolorosa” para el espectador. Para Tania Ramírez, emplear estas formas del lenguaje sólo disfrazan y minimizan la gravedad de la violencia, y por lo tanto, el público no les da la importancia, atención y reflexión necesaria a estos temas.
Oponernos a lo injusto es una responsabilidad social. Como personas, como seres humanos, como humanidad, necesitamos generar empatía con el otro, reconocer las cosas que nos duelen, lastiman y vulneran; necesitamos nombrar para reconocer las fracturas sociales y reconstruirnos desde ahí, justo desde ahí: como sociedad.
Tania Ramírez afirma “no podemos seguir haciendo las cosas de la misma manera”, necesitamos buscar otros caminos, otras formas, otras palabras, otros medios que nos permitan nombrar y actuar en esta realidad que no nos gusta y nos rebaza. Ningún tipo de violencia es justificable y por ello necesitamos comprender de dónde viene, por qué se ejerce, por qué hay personas que encontraron en la violencia una forma de vivir. Los lenguajes colaterales que aligeran o minimizan el impacto que tiene la violencia en nuestra vida cotidiana han deshumanizado la realidad. Los especialistas coincidieron en señalar que en el extremo, se encuentra ese lenguaje violento que los medios de comunicación utilizan para vender una primicia, para llevarse la exclusiva. En ambos casos el lenguaje está siendo USADO para vender, no para describir -a través de la palabra- esa realidad que nos hace daño cotidianamente y que necesitamos entender… comprender… “nombrar” con el lenguaje que mejor refleja aquello que nos lastima. Es por esto que los medios de comunicación son vitales para la construcción de paz
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México 48.7% de su población son hombres.
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